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Las negras
de
Linares

Imagínese un pintor que cuando era niño les tenía miedo a las mujeres negras porque pocas veces veía alguna y ahora se dedica a pintar sus rasgos y belleza.

Imagínese un pintor que cuando era niño les tenía miedo a las mujeres negras porque pocas veces veía alguna y ahora se dedica a pintar sus rasgos y belleza.

Ese pintor es Diego Linares, quien dedicó un salón de la Galería Nacional a las mujeres negras en la exposición "Las más caras".

El pintor tomó las características sobresalientes de estas mujeres y su fascinación por ellas y las plasmó en sus óleos de gran formato.

"Siempre me han producido una gran atracción, magnetismo. En las obras parto de que pienso que las mujeres negras tienen una libertad física que a veces las mujeres blancas no tienen. No niego la belleza de ambas razas, pero pintar mujeres negras es romper un tabú muy fuerte, por la atracción y el erotismo que tienen", señala Linares.

El argentino estudió en la Escuela de Bellas Artes de Tucumán y en la Academia de San Fernando, en Madrid; además realizó estudios en dibujo, grabado, diseño gráfico, fotografía y cerámica.

Entre las exposiciones en las que ha participado el artista, quien vive en Costa Rica desde hace tres años, están “Ménades”, en el Centro Cultural de Mexico en Costa Rica, y otras en Argentina. España y Estados Unidos.

La exposición responde a un proceso por el que pasó el artista, donde reflexionó sobre el arte y su valor de mercado. "Tuve la sensación de que cuanto más trabajaba con el alma menos miraban lo que pinto, mientras que mis inquietudes, el amor, la literatura, la fantasía, la poesía, todo eso se murió, pero me queda la utopía y me di cuenta de que puedo comunicarme. Por primera vez me dio la sensación de comunicación porque en la otra pintura, la que venía haciendo, abrumaba demasiado al público, era tremendamente más erótico".

Asimismo, Linares tomó el título como una especie de resumen de esos sentimientos y percepciones en las que empezó a adentrarse desde que llegó a Costa Rica.

"La sensación que yo tenía era que la pintura estaba de alguna manera manipulada, que de alguna manera hay que curarla y que se convierte a la pintura en "fast food", se compra lo que sea por el sistema de venta y comerciantes. Junto a esto pinto máscaras; el juego de las palabras era desde las "máscaras" que nos ponemos para salir a la calle y las "más caras". De alguna manera es una burla de ese sistema y una reflexión sobre el precio del arte".

"Las más caras" estará abierta al público hasta mediados de enero de 2001.

Denise Duncan

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